Una carrocería poderosa y
elegante plasmada de forma magistral en la mecánica
El Maserati GranTurismo, mejor que ningún otro vehículo
de cuatro plazas, combina una clase y una elegancia sin par con una vocación
deportiva. Las líneas exteriores expresan tensión dinámica y deportividad desde
todos los puntos de vista. Desde la gran boca ovalada que delimita la calandra
hasta la parte trasera del vehículo, la carrocería se ajusta sobre la parte
mecánica como un vestido ceñido sobre una silueta sinuosa.
El latido vital del Maserati GranTurismo se genera
en el interior del motor V8 de 4,2 litros: este fundador de una nueva
generación de propulsores adopta características técnicas que garantizan
potencia y rapidez, cualidades típicas de los motores de competición en los que
Maserati se ha inspirado siempre. De tono profundo cuando el propulsor gira a
bajos regímenes, la voz del motor de ocho cilindros va haciéndose más y más
poderosa, para acabar provocándonos escalofríos en la espalda a los regímenes
más altos.
La transmisión hidráulica del Maserati GranTurismo
resalta las características del propulsor: el cambio automático autoadaptativo
mejora sus prestaciones a bajos y medios regímenes sin limitar su potencia
cuando funciona a altos regímenes y permite cambios de marcha incluso a 7.200
rpm, un régimen más elevado que el de cualquier otra transmisión automática del
mundo. Tiene cuatro modos de funcionamiento: Auto Normal, Auto Sport, Auto Ice
y Manual.
El cuero que tapiza el interior ha sido confeccionado por
Poltrona Frau® a lo largo de meses de esmerada elaboración. Los asientos
delanteros, de perfil deportivo, se distinguen por su amplia base y su
desplazamiento totalmente eléctrico. Gracias al sistema Easy Entry, se mueven
completamente hacia delante para facilitar el acceso a los dos asientos
traseros individuales, situados en un espacio amplio y refinado que permite
relajarse y disfrutar del viaje.








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